29 de octubre de 2008

La casa curvada

Sigo con el desvío arquitéctonico. Una nueva alerta de Google me ha anoticiado, a través de este fotolog, de una casa curvada. Auténticamente curvada (ver foto infra). No se trata de un truco fotográfico como podría pensarse en un primer momento y como le reclaman muchos comentaristas al blogger español perdido en el Japón. La casa pertenece a un estudio arquitéctonico al parecer de vanguardia y aquí podrán observar más fotos de la casa, sobre todo del interior, donde podrán apreciar el bellísimo lucernario que la corona. ¿No es 'lucernario' una palabra bellísima por sí misma, para empezar?
En estos días donde me he admirado con la arquitectura de las iglesias como comentaba en el último posteo y en los que he recordado las casas en las que he vivido por cuestiones que no vienen al caso, me ha parecido una buena idea seguir la ruta del desvío arquitéctonico. No hace falta hablar de las implicancias psíquicas que las casas tienen para nosotros ni de las tantas palabras que existen para designar sus diferentes tipos... ¿Qué prefieren uds.? ¿Casa, mansión, chalet, palacio, choza, departamento, dúplex, loft, semipiso, monoambiente, o un iglú acaso? ¡Yo siempre quise vivir sobre los palafitos!



Imagen: Héctor García

27 de octubre de 2008

Arquitectura curva

Ya he hablado en este amable y desviado blog de arquitectura, así que a nadie debería sorprenderle que hoy vuelva a hacerlo. Pero esta vez tiene una vuelta de tuerca, digamos. Se trata de un edificio que aún no tiene ni sus cimientos puestos sobre la tierra y que referirá a un equipo de fútbol que no es precisamente el mío. Pero ya que tendrá formas curvas y que las palabras del arquitecto que lo ha diseñado han llamado mi atención, helo aquí.
Antes quisiera decir que siempre me ha interesado la arquitectura, al menos en el siguiente sentido: soy de esas personas que pueden detenerse ante la fachada de un edificio si éste les ha llamado la atención por la causa que fuera. Y en general, cuanto más antiguo y venerable el edificio más probable es que me detenga. También me llama poderosamente la atención la arquitectura humildemente colosal de algunas iglesias, catedrales, basílicas (hasta los nombres inspiran esa misma humilde 'colosidad). Días atrás, iba caminando por la calle Salguero y de pronto apareció una plazoleta curvada (qué tonta, no le saqué fotos!) y atrás una iglesia que jamás había visto. No tomé debida nota del nombre, pero espero volver pronto y anoticiarme de él. Días atrás también, pero menos días, iba caminando por la ciudad de las diagonales y gracias a este maldito/bendito cambio de huso horario, pasé cerca de la catedral platense en pleno día, cuando siempre suelo pasar por allí de noche y me impresionó, quizá como nunca antes, su imponente solidez, sus ladrillos ingleses, cómo se recortaba exacta, "como a cincel", contra el cielo...
Volviendo entonces a este edificio, debajo les dejo una imagen de lo que será, aquí la nota completa y aquí el párrafo que llamó mi atención esta noche:

El arquitecto Ott, que diseñó para Design Suites los hoteles de Ushuaia y El Calafate, dijo que en las líneas del hotel Boca está representado el acento porteño del club Boca Juniors. "Buenos Aires, en particular, tiene una arquitectura de fachadas entre medianeras donde encontramos líneas redondeadas muy sensuales, sensual como lo es América latina. Estos bloques de la fachada, con juegos de concavidad y convexidad, remiten por ejemplo a las líneas que vemos en las gambetas del fútbol de un Maradona, en los juegos de piernas de una pareja que baila tango, es decir, movimientos curvos, dinámicos, sensuales y que se continúan y son típicos de la cultura y la arquitectura rioplatense", explicó el célebre montevideano, y agregó que este edificio será de una dinámica aspiracional que se destacará del entorno, pero que, a su vez, lo integrará teniendo en cuenta que estará entre medianeras de casas bajas. "El concepto de planos curvos no sólo se transmitirá al frente y en el impacto que tendrá al nivel de la calle, sino que, manteniendo la morfología urbana, rematará con un techo curvo en metal perforado y un mástil que acentuará su identidad", agregó.

Y ahora no puedo dejar de preguntarme qué rayos es una "dinámica aspiracional" y en dónde corno se parece esto a una gambeta del barrilete cósmico pero bueno... los dejo con la inquietud. Ah, y yo soy de Independiente, qué tanto!

25 de octubre de 2008

Todo es conjura (¿o conjetura?)

Todavía azorada por el comentario de mi amigo D. (él siempre suele hacerme ese tipo de comentarios que me llenan de vergüenza y orgullo, que me dejan pensando pero que, como acabo de decirle en un mail, también me dan ganas de seguir posteando y de seguir con los objetivos que me he trazado para mi flota de blogs errantes), me puse a "revolver" mi cuenta de gmail (los bloggers cool tenemos cuenta en gmail!) donde esas maravillosas estrellitas doradas me recuerdan que en los mensajes así marcados hay material interesante para este y los demás blogs.
Primero me encontré con un excelente artículo de Nicholas Carr titulado "Is Google making us stupid?" (usease: "¿Google nos está volviendo estúpidos?") que vale la pena leer a pesar de su extensión. Aquí la versión original, aquí la traducción en el blog Adentro y Afuera. Es cierto que se lee más que nunca (otra cosa es qué se lee... y cómo...) y que de seguro las nuevas tecnologías están cambiando (y seguirán cambiando, me temo) nuestra manera de pensar, gracias también a la plasticidad de nuestro cerebro tal como allí se dice.
En mi caso particular, siempre me las he arreglado para leer como una desquiciada. Cuando iba a la facultad (estudiaba Letras, donde no se hace más que leer y leer y leer) me las arreglaba para leer no sólo los libros literarios (y los téoricos) para cada materia que cursaba sino que también me hacía un tiempito para "leer libros para mí". Sólo cuando se avecinaba un parcial o un final concedía en suspender esas lecturas no acádemicas. Siempre defendí y reservé un espacio para mi gozo personal, para leer lo que yo quisiera o creyera pertinente. En la actualidad no estoy cursando y en cambio estoy leyendo muchísimo y aún releyendo mucho más. No se trata sólo de mi semanal cacho de felicidad (léase, Fauna Abisal, donde he concretado al fin un proyecto que tuve durante muchos años en el freezer), sino de una necesidad imperiosa de volver a recorrer páginas que me cambiaron la vida o me alegraron sin tasa, en el convencimiento de que cada lectura y relectura es siempre diferente, precisamente porque nosotros cambiamos día a día, porque nuestro cerebro se reacomoda a nuevas emociones y situaciones y, por ende, no puede recibir del mismo modo algo que leímos diez o quince o veinte años atrás. Sería rídiculo -y tristísimo- que así lo hiciera.
Pero no siento, hasta ahora, como sostiene Carr, que Internet haya cambiado mi forma de leer, mucho menos mi forma de pensar. Y hace ya un año que tengo banda ancha, es decir, acceso continuo e ilimitado a este enorme manantial de conocimiento / estupidización o ambos (yo diría que ambos). Antes, cuando me conectaba por dial-up, lo hacía en horarios determinados y por un tiempo prefijado de antemano, por lo tanto el vagabundeo, tan similar al nervioso vuelo de las mariposas, para volver a citar mis insectos favoritos, la dispersión y la sensación de avasallamiento que a veces produce ese ir de aquí para allá, eran mucho menores, acotados, prácticamente controlados (o controlables). Ahora, en cambio, y en esto sí estoy de acuerdo con Carr, la dispersión y distracción es muy grande, y en general me cuesta bastante leer textos largos en pantalla. Pero nada me cuesta aún (¡por suerte!) leer una novela de 1000 páginas si me agrada y engancha (como lo hizo ese maravilloso mamotreto decimonónico y sentimental, La regenta, el último libro de esas dimensiones que he leido). Ruego a todos los dioses disponibles no perder esta capacidad, porque entonces creo que estaré perdida.
Quien sí me parece que está perdido es el autor del blog que comentaré brevemente a continuación. Está perdido en el mar de la conjura y de las teorías conspirativas que tanto agradan a las mentes de todos los tiempos. Literariamente creo que hay pocas cosas que funcionen mejor que ese tipo de tramas (y de allí el éxito del Código Da Vinci y de toda la estela de bazofias por el estilo que ha generado; los seguidores de Brownie y cía. se olvidan, o, mejor dicho, ignoran con total descaro que Umberto Eco ya había hablado de todo eso un millón de veces mejor en El péndulo de Foucault, pero vaya usted a convencer a un ñoño de su ñoñez!), pero llevarlas a la realidad -aun cuando de hecho esas y otras conjuras peores existan, lo cual es sencillamente escalofriante- me parece altamente peligroso. El sujeto que comanda este blog, que pretende (y cito textual) "denunciar a la ciencia física oficialista en manos del poder multimillonario religioso judío y judeocristiano protestante anglosajón y católico vaticanista, que con ideas y creencias falsas, fanáticas, truculentas, mentirosas estafadoras e imposibles, pretende elevar a la categoría de ciencia sus falsas creencias y dogmas basándose en las teorías físicas newtorrelativistas anglosajonas igualmente falsas, fantasiosas, erróneas e imposibles" está convencido de que el viaje a Luna ha sido un engaño y no ha existido jamás, que el calentamiento global no existe y todo lo riega con el mismo estilo plagado de invectivas, epítetos y adjetivos descalificativos al por mayor que uno no sabe si ponerse a reír a carcajadas o lamentarse por la locura del tipo. Pero ¿él está loco o los locos somos nosotros que sí creemos en el viaje a la Luna, en el calentamiento global y en la indubitable omnipresencia de Google como nuestro nuevo padre protector? (qué haremos el día que Google se desconecte como Hal 9000 me pregunto siempre...).
Como buena narradora que soy no doy respuestas sino que dejo flotando preguntas. Es, al menos, una de las cosas que me enseñó mi maestro.

22 de octubre de 2008

¿Se acuerdan del insecto palo? (y unas imágenes curvas más)

Como habrán visto no he podido retomar aún los posteos diarios como era mi intención, pero de cualquier modo aquí estoy. Y ya estoy escuchando a mi querido amigo D. diciéndome que me deje de joder y, sobre todo, que me deje de pedir disculpas y haga lo que se me venga la real gana de hacer. Probablemente tenga razón, en eso y en muchas otras cosas, pero he de confesar que no puedo evitar esta cosa 'culposa', y no tanto por sentir que decepciono a los seguidores o a los potenciales lectores de este blog, sino que me decepciono a mí misma, en tanto no logro mantener la frecuencia que me propuse para este rinconcito. ¡Y no por falta de material! Material tengo a patadas y en unos momentos pasaré a una demostración práctica de ello, y por si eso fuera poco, tengo propuestas de otros seguidores, en este caso de eleté, para hacer una suerte de debate o justa verbal entre este blog y mi querida fauna abisal. ¿Son, en efecto, como Jekyll y Hyde, curvas y fauna? Si así fuera no sé cuál es, todavía, la pócima que me permite transformarme en la entusiasta, apasionada y fervorosa militante de la literatura (sobre todo, de la del siglo XIX) que asoma sus galas y fastos orgullosa en fauna y que aquí ni pisa el umbral.
Y esta palabra, tan bella, me lleva automáticamente hacia dos extremos de un mismo mundo blogger: en una punta, mi primer blog oficial, el viejo rumiante, que hace algunos días borré del ciberespacio (y por eso no pongo el link) y que fuera fundado el mismo día que falleció uno de mis escritores de cabecera, Francisco Umbral (y con esto vuelvo a fauna, puesto que el primer libro reseñado fue uno de Umbral). ¿Las razones por las cuales lo borré? Muchas, pero lo que me decidió fue la inactividad de que el pobre era objeto y una serie de mensajes provenientes de México (al menos eso me pareció por los modismos) que reclamaban algo que jamás pude comprender qué era. Y aunque le respondí "personalmente" (es decir, por mail) a uno de los chilangos en cuestión, jamás me respondió y finalmente tomé la decisión cuando vi otro mensaje de ese tenor. Para qué mantener un blog que no había nacido bajo los mejores auspicios (y no lo digo por lo de Umbral, sino por otras cuestiones) y en el que de todos modos ya no iba a volver a escribir probablemente jamás...
En la otra punta está un blog que no he hecho público aún y que no sé cuándo lo haré, pero cuya idea es perorar y prosar y poemar acerca de las palabras y nada más. Dejarse llevar por su musicalidad, por lo que evocan o traen a las mientes antes que por su significado de diccionario. O reparar en su significado etimológico para darles nuevos matices... Y no cuento más, a ver si me roban la idea! (pero ¿hay algo que no se haya hecho ya? Hum...). Tampoco revelaré el nombre, pero ya se enterarán cuando decida largarlo a la cancha.
Bien, ahora no sé cómo llegué hasta aquí ni a qué iba... ¡ah, sí, ya recordé! ¿Se acuerdan del insecto palo? Aquí encontrarán al más largo hallado hasta el momento. Y ahora los dejo con algunas imágenes curvas que encontré en un sitio que frecuento mucho últimamente y que quizá haría mejor en frecuentar menos... No he conseguido la fuente original de estas imágenes. La página que frecuento con tanta malsana asiduidad es http://www.tagged.com/
Enjoy them!



15 de octubre de 2008

Balanceo y alineación (o retomando las curvas...)

Cada tanto este barco (entiéndase este blog y por contigüidad esta persona que lo ha pergeñado y lo escribe según le sale) pierde el rumbo. La brújula deja de marcar el norte, el sextante, el astrolabio y el catalejo pierden de pronto toda su utilidad porque lo único que se ve en cubierta es bruma (¿alguien vio la luna esta noche?). Bruma espesa. ¿El triángulo de Las Bermudas? Quizá. Quizá también algo aún peor. Ya ha pasado varias veces a lo largo de este año y calculo que aún seguirá pasando. Es como si el camino desapareciera debajo de mis ruedas (paso de un medio de locomoción marino a uno terrestre para hacer juego con el título, sepan comprender) y ya no supiera adónde ir. Del camino existencial, se comprende. Una suerte de confusión emocional (y hasta metafísica, en ocasiones) generalizada que sólo conduce, a pesar de la terapia psicoanalítica y la lectura de algunos libros que mi pudor literario me obliga a llamar "terapéuticos" para que no se confundan también con los chotérrimos libros de "autoayuda" (y pienso desarrollar mañana aquí a qué me refiero específicamente con 'libros terapéuticos' -aunque los que me conocen ya saben que puedo cambiar de idea a último momento!), que sólo conduce, decía, a pesar de todos mis esfuerzos, a la parálisis.
Y se para todo, menos el corazón, por suerte, pero se paran los corazones "suplementarios", es decir, la creación y la escritura, de las que éste y los demás blogs forman parte. Nada peor que un creativo bloqueado. Nada más feroz que un artista frustrado (gracias, mamá Erica). Nada más absurdo que un artista que se niega o se resiste a ocuparse de sus asuntos porque, para seguir con la metáfora naútica, ha perdido el rumbo o sus cartas de marear ya lo han mareado en demasía. Todo el sistema, todos sus tejidos, todas sus células entonces sufren la calamidad de no estar creando. Poco, mucho, no importa. Lo que importa es que su máquina creativa debe estar siempre encendida como esas computadoras que ofician de "servidores" y no pueden apagarse jamás, so pena de dejarnos, por ejemplo, sin nuestro adorado dios omnímodo y omnipresente Google.
No, hoy no los aburriré con otra alerta googliana (me las reservo para el resto de la semana). Hoy quiero, en este punto de reacomodación, a ver si logro volver al posteo diario para poner definitivamente en marcha la máquina de la creación, acercarles algunas reflexiones de Carolina Aguirre. ¿Quién? se preguntarán muchos, especialmente quienes no sean bloggers o no frecuenten demasiado el mondo blog. Aguirre tiene uno de los mejores blogs que yo he visto en mi corta existencia blogueril y tan es así que el dicho blog, Bestiaria, ya ha llegado al libro. Lo que quiero rescatar son algunas reflexiones que dejó caer en la presentación en El Ateneo del susodicho libro, vía otro excelente blog, Hablando del asunto.
La pregunta del millón era, claro, qué hace que un blog sea exitoso (es decir, que sea tan popular como para que una editorial le eche el ojo y esté dispuesta a editarlo en formato libro). Aquí, lo más jugoso que dijo Carolina (no la conozco ni nada, pero queda re-bien citar a alguien, y más a un "colega", por el nombre!):

"(...) esto es lo que yo creo: un blog debe tener una idea y debe ceñirse a esa idea, no funciona con “miscelánea de Paulita” y poner un poco de todo “un beso mamá que hoy es tu cumpleaños” y una foto de la madre. Yo creo que ese tipo de cosas no funciona. Creo que tiene que ser una idea concreta, muy puntual y el blog tiene comunicar esa idea. Debe ser navegable, tiene que ser cómodo."

"Esto a mi me pasa mucho ahora. La gente trata de mandarme su blog y la gente no quiere laburar. Esa es la verdad. El noventa por ciento de la gente que me escribe no quiere laburar. Yo estoy muy podrida de esto. Si alguno está pensando en mandarme su blog en el que tiene tres entradas en dieciocho meses y no hace nada, por favor que lo evite, gracias."


"Muchísimo trabajo, por eso tiene que ser algo que a uno lo obsesione, ¿no? Que a uno lo obsesione y que lo esté pensando todo el día. Quiero decir: uno se puede poner a escribir sobre algo que existe un nicho o que es algo que está bueno porque nadie habló de eso hasta el momento. Pero tiene que ser algo que te obsesione a niveles patológicos. O sea, que vos estés todo el día pensando."

"Hay que encontrar una forma de escribir en Internet. Escribir en Internet no es lo mismo que escribir en papel. Es mucho más parecido a escribir en tele o en cine por ejemplo, la estructura que se arma. Cuando vos escribís en Internet tenés adentro ya el lector, vos sabés que el lector existe y lo tenés en cuenta. Cuando vos escribís literatura escribís solo en tu despacho y ese otro no existe. Entonces vos únicamente escribís algo que te parece bien o que funciona. En el blog el lector es un referente permanente. Vos estás viendo todo el tiempo cómo va a leer eso el lector, cómo lo va a recibir, en dónde tengo que meter tal palabra o en dónde tengo que meter un espacio o en dónde tengo que hacer una pausa o en dónde tiene que ir el mejor plot point, por decirlo de alguna forma. Esa forma de escribir en Internet es lo que hace, para mí, la gran diferencia."

8 de octubre de 2008

Las curvas de Junín

El fin de semana pasado estuve en la bonaerense ciudad de Junín, gracias al acto de premiación del concurso literario JunínPaís 2008. Como ya he opinado en otro lado acerca de la premiación en sí, aquí sólo quiero apuntar algunas impresiones y compartir con uds. dos fotitos con curvas, como para no perder la costumbre de este blog y sus puntos cardinales.
Me maravilló visitar una ciudad sin edificios de altura considerable (sólo vi uno, imponente) y ¡sin colectivos de línea! El domingo, cuando fui a almorzar, tomé verdadera conciencia de este hecho. Al pagar mi cuenta el mozo me dio 2 (sí, DOS) monedas de un peso con la misma naturalidad con que un mozo porteño entrega un billete de dos pesos. Atesoré dichas (y codiciadas aquí) monedas más que todo el dinero que había llevado para la excursión! Si alguien quería una prueba de la alienación a la que nos someten las grandes urbes, aquí la tiene.
Me maravilló también la tranquilidad que se respiraba allí. La paz. La calma. ¡La sagrada hora de la siesta! En vano busqué un kiosko donde comprar una coca zero a las tres y media de la tarde. El conserje del hotel me dijo: "kiosko por acá hay, el problema es la hora". En efecto, así era.
¡Y la absoluta despreocupación del domingo a la mañana! Estamos tan desquiciados que yo ya me había olvidado que la gente los domingos a la mañana suele comprar el diario y leerlo, y que muchos prefieren hacerlo en un bar, desayunando unas ricas medialunas dulces... ¡Ah, la bucólica paz de las ciudades agropecuarias de nuestra pampa! ¡Ni siquiera la sojización puede con ellas!
¡Y ese cielo libre de smog! ¡Libre de cables, de balcones, de salientes, de carteles! Ahora comprendo lo que se quiere decir con "contaminación visual"!
En fin, una experiencia positiva, una bocanada de diafanidad y serenidad, a pesar del trago amargo del premio. Los dejo con las fotos.

Junín, centro


Junín, iglesia (frente a la plaza 25 de Mayo)

1 de octubre de 2008

El ojo biónico (y curvo)

Por diferentes razones, la más importante de todas de ellas la pereza (o vagancia o fiaca o el arltiano squenun), he dejado de postear en los últimos días, no sin cierto pesar, puesto que la gimnasia de postear diariamente es muy buena, incluso cuando no se me ocurre qué corno poner y recurro a las alertas googletianas sin más. Como me dijo un amigo hace algunos días, tal vez debería permitirme muchos más desvíos por aquí y no hinchar tanto con las alertas. Lo estoy meditando (en el fondo sé que tiene razón, pero mi obstinado ascendente en Tauro me impide reconocerlo de buenas a primeras y entonces recurro a frases como "lo estoy meditando").
En cualquier caso, ha comenzado un nuevo mes y como cualquier excusa, en verdad, es buena para al menos escribir unas pocas líneas, aquí los dejo con esta noticia que probablemente hayan leído ya (si son personas que gustan de mantenerse informadas; por mi parte he de decirles que celebro cada vez mi voluntad absoluta de permanecer lo más desinformada -que es casi lo mismo que 'deformada'- posible por los actuales medios de comunicación, en especial los argentinos). Se trata de una cámara que imita al ojo humano y que los redactores de esta nota llamaron, muy originalmente, "el ojo de Terminator". Yo, deschavando groseramente mi edad, titulé este post como "el ojo biónico", porque me encantaban aquellas dos series... "El hombre biónico" y "La mujer biónica" (especialmente esta última). Todavía recuerdo la musiquita que acompañaba los fabulosos movimientos y poderes de ambos... Y ahora me pregunto, ¿a quién no le gustaría tener superpoderes? Yo me anoto con el lazo de la Mujer Maravilla, ya que estamos!

El ojo de Terminator

Cristina de Martos
MADRID.- Una cámara con forma de globo ocular con una pupila roja. Esa es la imagen que tenemos grabada en la retina del conocido personaje interpretado por Arnold Schwarzenegger en Terminator. Algo parecido es lo que han inventado ahora un equipo de científicos de las universidades de Illinois y Northwestern. El primer paso, apuntan, hacia el ojo biónico y la retina artificial.
La naturaleza es sabia. Los sistemas de visión de la mayor parte de los animales tienen una disposición curva, que reduce enormemente la distorsión de las imágenes. Los inventos humanos, como las cámaras fotográficas o de vídeo, se basan, por el contrario, en mecanismos planos lo que obliga a crear complejos sistemas para lograr una imagen lo más nítida posible, sin aberraciones.
Lo que estos investigadores presentan en la revista 'Nature' es, precisamente, la tecnología que permite saltar de un receptor plano a uno curvo. Se trata de un hito de la electrónica que ha roto la barrera de las dos dimensiones. La primera demostración de su uso es un impactante ojo biónico.
Para fabricarlo, los investigadores cogieron una matriz de detectores interconectados entre sí y dispuestos sobre silicio, lo que se denomina 'wafer' (en inglés, barquillo) por su parecido con este dulce. El primer paso fue crear una membrana de goma con forma hemisférica y estirarla hasta lograr que se aplanara completamente. Entonces, extrajeron los detectores de su soporte y los dispusieron sobre la membrana.
Al liberar la tensión que mantenía la goma plana, ésta retomó su forma hemisférica primitiva y los detectores se desplazaron para acoplarse a la nueva disposición. Después añadieron una lente y todo se introdujo en una estructura de cristal con forma de globo ocular. La cámara resultante debe conectarse a los dispositivos electrónicos externos para que funcione.
"Hemos construido, por primera vez en la historia, cámaras que van más allá de la limitación de las dos dimensiones que supone la tecnología de semiconductores tipo 'wafer' [finas obleas fabricadas en materiales como el cristal de silicio empleadas en la construcción de circuitos, etc.]", ha explicado a elmundo.es John Rogers, profesor de Ciencia de Materiales e Ingeniaría en Illinois.
Rogers, director del trabajo, afirma que "su sistema de ojo electrónico, que posee el tamaño y la forma de uno humano, representa un avance fundamental en los sistemas de imagen digitales, con resultados que superan los obtenidos con dispositivos bidimensionales u ópticos de bajo precio".
La idea de extraer componentes electrónicos planos de la superficie de un semiconductor rígido y trasladarlos a un soporte curvo es toda una revolución en este campo. Las posibilidades que se disponen en el horizonte, infinitas.
"Este trabajo es un paso hacia adelante en el campo de la biónica y la visión artificial. Los autores presentan una técnica optoelectrónica [unión entre óptica y electrónica] novedosa que abrirá nuevas vías de investigación y permitirá la construcción de sensores con formas curvilíneas complejas, y que podrán ser utilizados en diversos ámbitos, entre los que destaca el desarrollo de una retina artificial que algún día pueda devolver la vista a pacientes con determinados tipos de ceguera", ha declarado a este medio José Manuel Carmena, profesor del departamento de ingeniería eléctrica y ciencias informáticas de la Universidad de California, Berkeley.
De momento, Rogers y sus colegas están dedicando gran parte de su investigación a la aplicación de sus hallazgos en la medicina, donde cree que ganará una gran relevancia. "Estamos colaborando, por ejemplo, en la integración de estos sistemas electrónicos en la superficie del cerebro o del corazón, tanto para monitorizar sus funciones como con fines terapéuticos", según ha explicado Rogers.

Pueden ver la nota completa (con fotos del ojo en cuestión), aquí.
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